Y como disfruto esta inmersión

En el ejercicio de comprensión y de perdón de todos -y de todo- con los que me relaciono.
Tal vez por esto siento tanta excitación al saberte planeando un viaje y al compartir tu partida. ¡Como me llena el recuerdo de esas lágrimas que no pudiste (tal vez no quisiste) ocultar y tu aguerrida resistencia a voltear mientras te alejabas de la máquina de rayos "X" y comenzabas la espera final.
Por la noche, al igual que en ese momento, sentí que si hubiese tenido cadenas para impedir que te fueras lo hubiese hecho.
El recuerdo se incrementa y se vuelca aún mas intenso, casi tan intenso como el que ahora invade mi terrenal cuerpo.: si tuviera esas cadenas para impedir que te fueras, en este momento las destrozo; las hago tan añicos para que me permitieran aferrarme a la llave que llevas en el bolso.
La distancia física obligada en nuestros actuales días me ha permitido aprehender que el amor que creo (no de creer, sino de crear) y el que genero por tí y contigo, es de tal complexión y magnitud que sé que puedo dejarte en libertad de hacer lo que sientes de ir a donde quieras ir; de estar en donde decidas estar y de cerrar los ojos y sentirte y saber que me sientes y nos sentimos unidos aunque -bueno- nos encontremos físicamente en hemisferios y paralelos opuestos del mundo.
Amo tu libertad y te amo en libertad porque me he dado cuenta que me Amo  en mi libertad.
Gracias por estar y no estar aquí y permitirme aprender tanto de mi y mi capacidad de amar en la vida y en mi relación contigo y... ojalá (Oh-Alá) tú también estés aprendiendo de tí en tu relación conmigo. Así estaríamos en el génesis -nuevamente- de lo que es nuestra relación.
¡Y Como disfruto esta inmersión de saber que Te Amo!


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