Me han dejado la necesidad de cruzarme pronto y poseerlos con una mirada corta y temporal. Una llamada no es la rutina que deba adquirir, el imaginarte ya me sobra para seguir. Cuando te escucho pierde tu rostro significación y es que yo quiero observarte a mi lado en el mismo sillón. Ese aroma de niña inocente me ha dejado la necesidad de alterar tu paso y detenerte con un beso suave, libre y fugaz. Seguir saliendo no debe ser la única actividad, únicamente verte a mi lado me produce ansiedad cuando estás frente, hago un esfuerzo por escuchar lo que me dices... y es que quisiera poderte abrazar. Esa compañía de mujer naciente me ha dejado la necesidad de abrirte los brazos de hombre creciente que te invita a un mutuo caminar. Una vereda no se debería desperdiciar cuando dos jóvenes pisan terrenos de fertilidad. Eres la chica precisa para compartir el placer de sembrar juntos una amapola y verla florecer. Tal vez el vuelo se ha desprend