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Mostrando las entradas de julio, 1997

Y en el último día del mes en el que partiste

Y el primer día del reinicio del volver A hacer lo que tanto me gusta. El amor lo abarca todo, sabes, El amor se va y aprehendo (con “h”) de la libertad. El amor me coquetea otra vez, regresa y aprehendo  Todavía no se qué. Apenas empiezo mañana, pero allí está,  sin importar por cuál canal se manifieste, allí está …¡No! ¡Aquí está! Una vez mas, en la vida me encuentro con la oportunidad de enamorarme Y este caudal me emociona, me vuelve a invadir, m e completa. Cómo me excita la idea de tu regreso… La junta de mañana, el pago de mis honorarios, la prueba de Elisa; La donación sanguínea, las ganas de dormir y descansar, lo fácil que todo se da, lo difícil que resulta negármelo. La excesiva actividad, la recurrente actividad, este ambiente norteño, este trago de fría beerea y ¡Ah…! Ver en Tumblr.

Y como disfruto esta inmersión

En el ejercicio de comprensión y de perdón de todos -y de todo- con los que me relaciono. Tal vez por esto siento tanta excitación al saberte planeando un viaje y al compartir tu partida. ¡Como me llena el recuerdo de esas lágrimas que no pudiste  (tal vez no quisiste)  ocultar y tu aguerrida resistencia a voltear mientras te alejabas de la máquina de rayos "X" y comenzabas la espera final. Por la noche, al igual que en ese momento, sentí que si hubiese tenido cadenas para impedir que te fueras lo hubiese hecho. El recuerdo se incrementa y se vuelca aún mas intenso, casi tan intenso como el que ahora invade mi terrenal cuerpo.: si tuviera esas cadenas para impedir que te fueras, en este momento las destrozo; las hago tan añicos para que me permitieran aferrarme a la llave que llevas en el bolso. La distancia física obligada en nuestros actuales días me ha permitido aprehender que el amor que creo (no de creer, sino de crear) y el que genero por tí y contigo, es de ta

Recostado en estancia intercerámica

Me miro en esta posición cálida, me reconozco en semicírculo.  Mi espina dorsal forma una curiosa curvatura que zigzaguea  hacia mis pies cuyas plantas forman la casi perfecta redondez de tu punto que pareciera un signo de interrogación. Así me veo -o imagino verme- y así me siento, así vivo y así no vivo. Llenos de dudas y miedos transitamos por la vida como signos de interrogación  (solo basta ver a tantos que corvan la mirada al caminar)  como la coleta interrogativa. Ya casi en vigilia me estiro y una corriente de vida transita por todo mi cuerpo, desde las yemas pedícuras hasta el extremo del copete. Esta sensación me colma, me llena; totalmente, el vello se me eriza y disfruto de esta erección matutina. El círculo dibujado por mis pies es -ahora y aquí- una esfera que cambia de extremo y se une a mi cuerpo a través del cuello . En la tarde anterior, al mirar mi imagen escurridiza en el semiclaro charco formado en el empedrado que me lleva a la casa donde duermo, recuerdo

Y esta noche estoy seguro

De que es imposible que nos miremos. Muchas veces he estado seguro de esto pero... Esta noche seguro estoy de la imposibilidad de besarnos... Igual pasamos la mayoría de las noches sin besarnos pero... Esta noche, como nunca, siento la presencia tuya al otro lado del mundo. Tu invernal estancia se abraza a mi lluvioso verano y así nuestra inevitable inconsciencia física   (¿quise decir indecencia?)  se llena con tu recuerdo húmedo y tibio... lácteo cabruno. Cómo me quiere pesar ahora la incertidumbre de tu regreso; de tu espacio vacío -mas no vacío- en nuestra almohada y miro la ventana llorar... bien podría ser la escurridiza presencia torrencial; bien podría ser que se  empatiza  con lo que ahora siento y -al escurrirse- me evita la pena de continuar pariendo lágrimas y versos. ¡Qué bendición es que las ventanas no tengan recuerdos ni sepan escribir. Ver en Tumblr.

Con tan poco papel y este tintero casi seco (variación)

Me visita un chillido que atraviesa mi cuerpo y siento que te nostalgio demasiado... ¡Flaca! Te extraño y sin embargo doy mi vida porque no estés aquí, que sigas allá... ... caminando como si la vida fuera este último pequeño trozo de papel y tú, esta antaña pluma fuente que ágil y segura acaricia la casi totalidad del breve espacio de mi reciente recibo de cajero automático que, al voltear, dejo de escribir. Ver en Tumblr.