Que me perdone el Marqués

(De Sade).

Que sabe que no hay mayor perversión que el entregarse a los deseos profanos del ser amado.

Que reconoce que no hay mayor placer que la bendición de montares en la ola de peticiones mudas de tu "soci@ de placer"... 

Que me perdone el Marqués por superar sus fantasías.


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